sábado, 16 de febrero de 2008

DECÁLOGO PARA FORMAR A UN DELINCUENTE

1.- Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida. Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.
2.- No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3.- Cuando diga palabrotas, ríaselas. Esto le animará a hacer más cosas graciosas.
4.- No le regañe nunca ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
5.- Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes... Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6.- Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos están esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7.- Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizás por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
8.- Dele todo el dinero que quiera gastar, no vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
9.- Sastifaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podría producirle frustaciones.
10.- Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores, vacinos, etc. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que deverdad quieren fastidiarle.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos, no tiene poca importancia; tiene una importancia absoluta"

Aristóteles